1. El dualismo sustancial de Descartes
A comienzos del siglo XVII, la obra de Galileo y Descartes ponen los cimientos de la ciencia y la filosofía modernas. Por un lado, la nueva ciencia de Galileo exigía la utilización de un método de investigación experimental para la explicación de los fenómenos físicos; por otro, la nueva filosofía de Descartes quiere sentar las bases de un pensamiento racional autónomo de las ideas religiosas, capaz por sí solo de descubrir certezas. Se produce a partir de entonces en todas las esferas del conocimiento un cambio radical de perspectiva respecto a las cuestiones que se habían planteado desde Plantó y Aristóteles. En lo que respecta al problema que estamos examinando, la filosofía de Descartes supone la disolución del planteamiento antiguo del problema como problema de la relación entre el alma y el cuerpo en un Cosmos teleológico, y la emergencia de un nuevo planteamiento del problema como problema de la relación entre la mente y el cuerpo en un Cosmos mecanicista.
El dualismo sustancial de Descartes tiene importantes consecuencias:
1) Hace posible una explicación mecanicista del Cosmos, independiente por completo de la religión. La regularidad mecánica de los fenómenos naturales hace posible su conocimiento científico.
2) Afirma la total libertad del pensamiento humano, ya que al ser la mente una sustancia totalmente distinta del cuerpo, no está sometida a las leyes mecánicas.
3) Se hacía posible el estudio autónomo de la mente humana, ya que los fenómenos mentales no podían ser explicados como los fenómenos físicos y la introspecciónes el único acceso posible a los contenidos de la conciencia.
Pero la separación radical entre mente y cuerpo que hacía posible la nueva ciencia introducía un problema de difícil solución: Si alma y cuerpo son dos sustancias enteramente distintas, ¿cómo las afecciones del cuerpo pueden producir las ideas de la mente y cómo las ideas de la mente pueden producir acciones del cuerpo?
El problema de la relación entre la mente y el cuerpo sólo surge en los seres humanos, ya que, según Descartes, la única evidencia de que algo tiene mente es la posesión de lenguaje, por lo que ni los animales ni las máquinas tienen mente.
2. Intentos de solución al problema de la relación mente-cuerpo
El problema de las relación entre la mente y el cuerpo que surge del planteamiento cartesiano fue objeto de discusión durante los siglos siguientes y dista aún hoy de estar resuelto. Para resolver este problema, Descartes propuso la existencia de un punto en el cerebro humano (la glándula pineal, que Descartes consideraba erróneamente que sólo se encontraba en los seres humanos) donde se establecería esta comunicación. Pero esta solución era totalmente inaceptable ya que suponía la afirmación de una sustancia que sería pensante y extensa a la vez lo que era contradictorio con la propia definición cartesiana de la sustancia.
Los filósofos racionalistas trataron de resolver el problema que presentaba el dualismo mente-cuerpo, manteniendo la noción de sustancia de Descartes: los fenómenos físicos y los fenómenos mentales son totalmente diferentes, pero ni los procesos psíquicos causan los físicos ni viceversa, aunque hay una correspondencia estricta entre unos y otros. Los principales intentos de solución a este problema fueron los siguientes:
1)
El
ocasionalismo de Malebranche:
Cada vez que se produce un
movimiento en el alma, Dios interviene para producir el correspondiente
movimiento en el cuerpo, y viceversa. 2) El monismo de Spinoza:
Extensión
y pensamiento no son propiamente sustancias sino dos de los atributos de una
única sustancia infinita: Dios o Naturaleza. Las ideas y las cosas serían modos
de esa sustancia y se corresponderían estrictamente como las dos caras de una
misma realidad.
3) La armonía preestablecida de
Leibniz:
En
el momento de la creación, Dios ha establecido una perfecta armonía entre las
dos sustancias, como si se tratara de dos relojes perfectamente sincronizados
que dan la misma hora.
El dualismo sustancial de
Descartes fue puesto en cuestión por una serie de desarrollos filosóficos y
científicos posteriores:
-El
empirismo y el positivismo eliminaron el problema de la relación entre la mente
y el cuerpo del único modo que era posible: eliminando la noción cartesiana de
sustancia. Abrieron con ello el camino al estudio de los fenómenos mentales utilizando
la metodología aplicada a los fenómenos físicos.
-El evolucionismo de Darwin puso
en cuestión la radical separación entre el hombre y el animal y abrió la
posibilidad de que no solo los seres humanos sino también los animales tuvieran
mente.-El psicoanálisis de Freud puso en cuestión la identidad de la mente con la conciencia al afirmar la existencia de pensamientos y sentimientos inconscientes que actúan sobre la conducta.
a) El empirismo y el positivismo: constitución de la Psicología como ciencia
Los filósofos empiristas ingleses de los siglos XVII y XVIII rechazaron la afirmación cartesiana de que las leyes lógicas del pensamiento están ya impresas en la mente en el momento del nacimiento, retomando la noción aristotélica de que la mente no tiene ningún contenido en el momento del nacimiento y que todas las ideas, incluso las leyes lógicas del pensar, se adquieren a través de la experiencia. Por consiguiente, todas las ideas de la mente tienen su origen en la experiencia sea esta experiencia del mundo exterior o experiencia de los propios estados internos. Pero no podemos tener experiencia de sustancia alguna:
1)
Lo que nos ofrece la experiencia externa son las cualidades de las cosas
(olores, colores, sabores, figuras, magnitudes, etc.) pero no de la pretendida
sustancia a la que están adheridas tales cualidades.
2)
Lo que nos ofrece la experiencia interna es tan solo un flujo permanente de
estados mentales, pero no es posible percibir ningún yo sustancial.
Las ideas simples (un determinado matiz de un color, de
un olor, etc.) son combinadas por la mente para formar ideas complejas (las ideas de las cosas) por medio
de determinadas leyes de asociación (por semejanza,
por contigüidad en el
espacio y el tiempo y por relación de causa-efecto ), que pueden descubrirse mediante la
observación y la experimentación como las leyes físicas. De este modo, frente a
la introspección, proponen el asociacionismo,
como método psicológico y abren el camino a una investigación de los fenómenos
mentales semejante al estudio científico de los fenómenos físicos.
El empirismo inglés constituyó
uno de los pilares fundamentales de la filosofía
positivista que llegó a
dominar el pensamiento europeo durante el siglo XIX. Para el positivismo, el
único conocimiento admisible es el que procede de los hechos y las relaciones
entre los hechos, en el ámbito de la experiencia sensible. El movimiento
positivista trata de extender el método de investigación de las ciencias
naturales al estudio de la mente humana y la sociedad, partiendo de los hechos
comprobables por la experiencia para formular las leyes que los rigen.